Haití: Carnaval y Rara: perspectivas cruzadas sobre cultura e identidad haitiana
En nuestra tradición, el carnaval representa una actividad cultural imprescindible. En efecto, para su celebración este año, el Estado había sacado del erario público no sólo una enorme suma sino también una fuerte concentración de fuerzas de seguridad para garantizar la protección y la seguridad de los carnavaleros de la zona metropolitana. A pesar de las numerosas críticas y preocupaciones expresadas por algunos medios de comunicación, por un lado, y luego por la oposición democrática, por otro, si bien es cierto que en Puerto Príncipe estas preocupaciones tuvieron una consecuencia no menos valiosa para el desarrollo de esta festividad. Menos cierto que este fue el caso en otras ciudades de provincia, como prueba en el departamento sureste las autoridades no registraron nada como elemento de accidente o incidente durante el desarrollo del carnaval a diferencia de Puerto Príncipe.
Ciertamente, los problemas socioeconómicos son cada vez más preocupantes, sin embargo lo que nos hace lo que hoy somos, un pueblo libre e independiente, no es otra cosa que nuestra excepcionalidad. Esto expresa profundamente nuestra característica intrínseca en relación con las personas. De hecho, históricamente somos un pueblo que ríe y llora, sonríe e irrita, baila y golpea el sistema, canta y lucha tan bien que "grenadya alaso sa ki mouri zafè ya yo" es el canto más emblemático de los esclavos por la conquista. de nuestra libertad. No pretendemos afirmar que quienes expresaron su disconformidad con el carnaval estén mostrando un déficit histórico. Sin embargo, dejamos en la sombra una pregunta fundamental: ¿por qué el carnaval está a cargo del Estado mientras la rara es como un niño abandonado?
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La rara no es sólo una simple tradición cultural sino, sobre todo, es la herencia de nuestros valientes guerreros que lucharon valientemente contra el ejército expedicionario francés, el más poderoso de la época, aunque, esta cultura de masas, aún se encuentra marginada por las autoridades estatales. . Se destaca que la cohesión social es el punto muerto del carnaval, pero este es el punto fuerte de la rara. Como prueba, el Jueves de Muertos en nuestra tradición vudú, que representa la ceremonia de apertura de las bandas rara, es el testimonio flagrante de esta cohesión social.
Y, de hecho, hubo círculos de personas que tomaron direcciones divergentes para asistir a la ceremonia inaugural de sus bandas raras.
En esta ceremonia de inauguración el ambiente era de color carnavalesco. Por el lado de Croix Hilaire, para el equipo campeón Ratyèfè, el color de su club era muy diverso, un vestido largo de color amarillo albaricoque, blanco malva y luego pañuelo blanco. En términos de interpretación, esta banda había demostrado plenamente sus habilidades de campeona gracias a su arsenal de músicos que no se encontraban en su fase de prueba. A decir verdad, realizaron su nota con precisión quirúrgica como un médico-cirujano en su procedimiento quirúrgico. La sincronización entre los músicos, los instrumentos y luego los fans forman un todo y armonizan perfectamente. Esta banda no sólo tiene la magia de las palabras y los verbos, parece que también tienen la magia de emocionar hasta a los fans más reacios. Además, su actuación de este jueves muerto supuso un desafío para sus rivales de este fin de semana en la medida en que sus actuaciones fueron menos buenas.
En el lado simbólico de la luz, Grap Kenèp fue la maravilla de la noche del jueves de difuntos. Su club se vistió con el color apropiado para esta noche: bufanda morada, camiseta morada y luego “kolan” blanco. De manera simbólica, este matrimonio de color representa al Barón en el vudú haitiano. Sin duda, fue la representación simbólica más bella de la velada. En términos de actuación, al regresar del cementerio sentimos una calidez muy fuerte de júbilo, euforia y alegría por una actuación completamente equilibrada. En lo que respecta a Chenn Tamarin, ya eran las 2 a. m. cuando nuestro equipo lo conoció, fue una actuación menos buena de lo que estábamos acostumbrados. En el aspecto simbólico deja mucho que desear. Su noticia fue que tenía sus propios medios.
Petit-Goave/Cultura y Sociedad
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