Intervenciones
La cumbre comenzó con la intervención del Presidente del CEPOD, Sr. Jean Jul Desauguste, que tuvo que mencionar el contexto de la iniciativa y aprovechó para referirse al calendario de la quincena, que según él será muy ocupada en términos de términos de logros diplomáticos. Los miembros del CEPOD incluso tendrán que viajar al extranjero para apoyar la diplomacia haitiana durante este intenso período diplomático, declaró.
Además, las intervenciones dentro de la cumbre se subdividieron en tres líneas principales, teniendo cada una de ellas un término bien especificado que sirvió de marco a las intervenciones de cada uno de los ponentes.
Diplomacia y gobernanza económica; Diplomacia y educación política; Todos los oradores abordaron respectivamente la diplomacia, la crisis humanitaria y la crisis migratoria.
El Primer Ministro haitiano, Dr. Garry Conille, insistió en su intervención en que el país no debe dejar de vivir a causa de la crisis de seguridad que afecta a su capital y a parte del departamento de Artibonite. También será necesario luchar contra las zonas enfermas del país. Según sus palabras, esto implica el desarrollo de zonas del país que no padecen malas patologías. Para ello, tomó el ejemplo de Jamaica en los años 1970, cuya capital se encontraba en una situación similar a la nuestra y que había utilizado una estrategia similar que dio sus frutos. Declaró que había comprometido a su gobierno con ese enfoque, además de luchar por la recuperación de la parte del país ocupada por los grupos armados. En este sentido, saluda la reanudación del tráfico de cruceros en el norte del país.
También mencionó la necesidad de que un país como Haití, ampliamente expuesto al cambio climático, tenga una diplomacia con una visión ilustrada y académica de lo que el país necesita para su desarrollo, acompañada de un programa bien establecido, definido y ambicioso que presentar. sus socios internacionales. Y también la necesidad de que Haití tenga alianzas con países que tienen dificultades similares a las suyas. Citó como excepción a Ruanda, bajo el liderazgo de Paul Kagame, donde tuvo que trabajar durante un tiempo para la ONU a principios de la década de 2000, y que menos de 25 años después había logrado metamorfosearse en un país emergente y un actor clave. su región utilizando un enfoque similar. “El caso haitiano es un caso que debe abrirse a otros socios que estén buscando otras áreas donde invertir”, concluyó. En este sentido realizó su último viaje a uno de los países árabes de golf.
El embajador de Canadá, André François Giroux, por su parte, quiso subrayar la importancia de Haití, que se encuentra cerca de las mayores bolsas del mundo y cuya revolución que condujo a su independencia inspiró los estándares de la libertad universal. vigentes en la comunidad internacional, ante los ojos de sus países. Además, recuerda que Haití es el principal socio de su país en términos de inversión per cápita. El apoyo anual de cien millones de dólares canadienses a la policía haitiana, la financiación en gran parte de la misión de apoyo a la seguridad encabezada por Kenia y que se está desplegando contra los grupos armados en Haití, de los que su país es el principal contribuyente financiero, la ayuda financiera de Canadá inversión en la lucha contra la corrupción (la única razón, según él, capaz de explicar el subdesarrollo de Haití), caracterizada por el establecimiento de un mecanismo de sanción contra una parte de la "élite" Los haitianos, implicados en comprobadas prácticas corruptas, constituyeron, entre otras cosas, el grueso del discurso del diplomático.
El ex embajador de Haití en República Dominicana, el historiador y sociólogo Daniel Supplice, por su parte, centró su intervención en los temas migratorios de actualidad que enfrentan a las autoridades dominicanas y a los migrantes haitianos. Sobre todo, recordar que Haití no siempre ha sido un país de inmigración. Quiso enfatizar que las actuales autoridades diplomáticas haitianas deben utilizar los instrumentos diplomáticos a su alcance para exigir el respeto a los derechos fundamentales de los migrantes haitianos en República Dominicana. Además, mencionó la importancia de que las autoridades internas haitianas implementen un sistema para identificar a las personas expulsadas de República Dominicana, que lamentablemente en ocasiones son ciudadanos de otras naciones, pero enviadas a Haití solo por tener la piel negra. Es necesario denunciar con rigor la actitud bestial de ciertos agentes migratorios dominicanos hacia los niños. Se tomó el tiempo para concluir su discurso enfatizando la necesidad de que las autoridades haitianas y la sociedad haitiana en su conjunto trabajen para hacer el país más habitable. Porque si la gente se va es porque huye de un malestar profundo.