El impacto del trauma colectivo e individual en el desarrollo personal de los jóvenes en Puerto Príncipe
Si escritores, actores, bailarines, poetas, entre otros, nos han gratificado con sus actuaciones, la estudiante de psicología de la Facultad de Ciencias Humanas (FASCH), Lourdya Blaise habló con el público sobre el trauma. Estructurada en torno al tema “Juventud y trauma, análisis del impacto del trauma colectivo e individual en el desarrollo personal de los jóvenes que vivieron en Puerto Príncipe entre 2010 y 2024”, esta conferencia dio lugar a intercambios enriquecedores. Durante este encuentro, moderado por Michaël Formilus, Blaise mostró cómo los acontecimientos ocurridos en el país han provocado casos de trauma entre los haitianos.
Según el estudiante, citando a la Asociación Estadounidense de Psicología, hablamos de trauma como consecuencia del trauma. Esto último se explica por el hecho de que nos sentimos amenazados, ya sea la persona en cuestión o sus seres queridos. Sin embargo, precisa que el trauma colectivo permanece dependiendo del impacto que el evento tenga en el individuo. Para ilustrar sus palabras, mencionó el terremoto del 12 de enero de 2010, considerado un trauma colectivo, hasta el punto de que todavía ocupa nuestras mentes. Esta tragedia nos recuerda la desaparición de nuestros seres queridos y las enormes pérdidas. Es el caso de un trauma que se convierte en trauma colectivo.
Para el estudiante se debe enfatizar que cuando ocurre un evento, algunas personas quedan traumatizadas y otras no. Según él, la violencia de las bandas armadas no se percibe de la misma manera, sostiene Blaise. Hay personas que han huido de sus hogares pero no están traumatizadas. De hecho, algunas personas ven las situaciones traumáticas como un acontecimiento temporal, afirma.
El ponente también habló del trauma colectivo que, según él, preocupa a la mente, aunque ya no lo experimentemos. Se manifiesta de varias formas: falta de sueño, psicosis de miedo, pensamientos intrusivos, latidos cardíacos intensos... Generalmente, los síntomas relacionados con el trauma tardan en desaparecer. Cuando esto persiste, se convierte en estrés agudo. Para afrontarlo, necesitamos hablar con otras personas. Si la situación persiste, el estrés agudo se transforma en una fase de estrés postraumático; En este caso, conviene confiar en una persona de confianza o acudir a un especialista en salud mental, aconseja.
En su presentación Lourdya Bazile también llamó la atención sobre el estado psicológico de los niños en estos tiempos. Según el presentador, los niños también se enfrentan a esta situación de crisis, aunque no hablen de ello con sus padres. Al igual que los adultos, los niños también planifican su futuro. Ante los años escolares burlados, se vuelven pensativos y preocupados, subrayó. Ellos cierran. El niño que antes era brillante puede volverse violento y tener un peor desempeño en la escuela. Los padres están llamados a escucharlos y comprenderlos.
Un buen momento de intercambio, rico en consejos prácticos. El público participó plenamente. A su vez, la presentadora la invita a respirar mejor y meditar. “Vivimos en un país donde las preocupaciones se mezclan, debemos tomarnos tiempo para nosotros mismos, hacer deporte, comer bien, asegurarnos de que el espacio para dormir esté limpio y tomarnos tiempo para nosotros mismos. Hay más de una forma de encontrar la calma”, recuerda la psicóloga.
Gertrudis Jean-Louis